miércoles, junio 09, 2010
jueves, mayo 06, 2010
Proceso de desarrollo de los bebés
Vamos a hablar del desarrollo del movimiento de niños y niñas, es decir de cómo es este proceso desde el nacimiento, y de la actitud de la persona adulta ( padres, madres y educadoras) en este camino.
He elegido este tema por dos razones:
-Porque es en el primer año del bebé cuando mayor es este desarrollo. Es en este momento de la vida donde más cambios suceden y cuando más rapidamente ocurren en nuestro cuerpo a nivel de movimiento.
-Porque se percibe en los padres, madres y en otras personas cierta preocupación en relación a este tema: unos sienten prisa, otros tienen dudas, los hay que hacen comparaciones con niños de la misma edad...
Quizá por el amor que tenemos a los más pequeños, y la ilusión por verles avanzar, pueden surgir en nosotros un cierto grado de prisa, un sentimiento de responsabilidad por lo que está ocurriendo y, sobre todo, por lo que no. De esta forma, tenemos actitudes y maneras cuyo objetivo puede ser acelerar este proceso del desarrollo del movimiento.
Creemos que debemos enseñarles, porque es lo que casi siempre hemos visto en esta sociedad. Esta es una forma de ver a los niños más que por lo que no consiguen solos, que valorando sus capacidades, que son muchas si prestamos atención.
Quiero compartir las reflexiones de Emmi Pikler, ya que, llama la atención por el gran respeto que muestra en las posibilidades de todas las criaturas.
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¿Cómo es el proceso de desarrollo del bebé?
Emmi Pikler, postulados del Instituto Pikler-Loczy
La doctora Emmi Pikler, pediatra Húngara y fundadora del instituto Pikler-Lòczy en Hungría, trabajó y demostró hace más de 60 años, la importancia de la motricidad libre en el bebé y de no ponerlo nunca en una posición que no haya adquirido por sí mismo, por su propia iniciativa y que a la vez sea capaz de abandonar cuando lo desee.
Ella demostró que la posición de espaldas es la más segura y adecuada para que el bebé inicie la construcción de sus movimientos, ya que en esta posición el pequeño se encuentra totalmente sostenido por lo que puede inicialmente mover su cabeza sin tener que soportar su peso, puede mover sus manos y mirárselas, patalear con energía.
Más adelante torcer un poco el tronco para alcanzar algún objeto interesante cercano a él, hasta que paulatinamente puede ponerse por sí mismo boca abajo, con lo que conquista otra dimensión del espacio que le dá más posibilidades de exploración, y así progresivamente podrá rotar, reptar, gatear, sentarse...
Esto por supuesto puede ocurrir sobre una base dura, ya que si es puesto siempre sobre un colchón sus movimientos se ven entorpecidos, el bebé se hunde sin poder avanzar. La ropa también debe ser lo suficientemente suelta, y cómoda que le permita moverse libremente.
Si sentamos o paramos al bebé antes de que lo haga por sus propias fuerzas, estamos forzando su postura, la que siempre será insegura e inestable, ya que ni su columna ni su sistema vascular han madurado lo suficiente para estar en posición vertical. Además generamos en el niño un sentimiento de inseguridad con el que investirá todo su actuar y sus exploraciones.
Si el bebé "ha sido sentado" y está jugando con un objeto que se le escapa de las manos, dependerá en variadas ocasiones del adulto para que le entregue nuevamente el objeto ya que él no podrá alcanzarlo por sus propios medios porque no sabe reptar o rotar. Por lo que se genera un sentimiento de incompetencia y frustación que se va instalando en la construcción del psiquismo y en todo sus ser, también le privamos del placer del movimiento y la autonomía, de conocer sus posbilidades a su propio ritmo y nosotros como adultos nos perdemos la maravilla de observar sus logros y capacidades, que al conocerlas podemos ir adecuando el espacio y los juguetes a su alrededor según los intereses del bebé acorde con el nivel de desarrollo que nos muestra.
Es importante comprender que la función motriz y especialmente la postura-motriz depende estrechamente de la maduración nerviosa, y en este sentido la maduración precede a los aprendizajes, entonces bastará que el niño observe a los adultos caminar para que el desee, por imitación, también hacerlo pero a su ritmo y en el momento que esté maduro para ello.
Por lo que en un principio la ayuda que el adulto le puede dar al niño en la construcción de su motricidad y aprendizajes debe ser indirecta. Más adelante cuando comiencen a madurar funciones más complejas como la comunicación, el lenguaje, el adulto ayudara más directamente al niño pero siempre respetando su proceso de maduración y posibilidades, estimulando su actividad autónoma y evitando totalmente el adiestramiento.
Respeto, Seguridad y Autonomía son los postulados de base del instituto Pikler-Lòczy.
EL RESPETO
Respeto por los tiempos del bebé. En cada adquisición del movimiento, tratar al bebé como una persona que tiene necesidades particulares y maneras propias de abordar y conocer el mundo. Reconociendo sus deseos y logros de manera sencilla pero significativa. Si damos tiempo al niño para que manifieste su iniciativa, su deseo de hacer y no nos adelantamos para "ayudarlo" por ejemplo, a abrocharse los botones, lo estaremos reconociendo como persona capaz.
Si un niño se ha sentido respetado a lo largo de su vida y desarrollo, también podrá respetar a los otros ya que el ejemplo que le de el adulto será fundamental. Es importante una actitud de calma y delicada para relacionarse con el bebé, e irle anticipando ciertas situaciones, como por ejemplo, antes de alzarlo decirle que lo tomaremos y esperar que el bebé deje de hacer lo que está haciendo y se conecte con nuestra mirada, así el estará dispuesto y pronto tendrá la iniciativa de cooperar con el adulto, por ejemplo extendiendo también sus brazos para que lo tomen.
LA SEGURIDAD
La seguridad afectiva es tan importante como la seguridad espacial. Si el niño sabe que está en un lugar seguro, que puede explorar a sus anchas en un espacio que conoce y con un adulto cerca que también conoce, que le habla a cierta distancia y le refleja con alegría lo que el bebé hace, pero que no le interrumpe, ni interviene a cada momento mostrándole lo que debe hacer o por que objeto debe intersarse, que va variando los juguetes cuando ya el bebé los exploró lo suficiente, que se preocupa de que estos sean simples para que el bebé pueda comprenderlos y hacer relaciones adecuadas de espacio, forma, textura, contenido, continente y no atiborra el espacio de objetos complejos llenos de luces o ruidos que confunden al bebé porque no alcanza a comprender como ni de donde surgen, por lo tanto no los puede explorar adecuadamente, más bien lo "fascinan" atrapándolo.
Son interesantes los objetos de materiales nobles, ricos en texturas y formas como pañuelos, vasijas de diferentes tamaños, pelotitas de género, muñecos blandos con forma humana muy simple. En suma, son objetos sencillos que aporten al desarrollo de los sentidos en el bebé, asi podrá relacionar su cuerpo con los objetos y el espacio, y paulatinamente a su ritmo y según su inter´s irá desarrollando su creatividad y pensamiento.
La actividad libre y autónoma en fundamental en el equilibrio afectivo y en el desarrollo del niño, le ayuda a afirmarse como persona. Si el niño se siente seguro afectivamente porque tiene un buen vínculo de apego con un adulto significativo, será un niño que puede explorar el mundo sin tanta ansiedad, con un dominio más armoniosos de su cuerpo y motricidad, sin crispaciones ni tensiones, por lo tanto tendrá la calma y la distensión corporal para observar, manipular su cuerpo, los objetos y explorar su entorno. Hacer relaciones inteligentes entre él y los objetos por lo que sus aprendizajes serán placenteros y llenos de sentido.
LA AUTONOMÍA
La autonomía como podemos ver, se basa en la relación que el niño tenga con el adulto y en la confianza mutua que surge de ésta relación.
El niño necesita confiar en la seguridad y afecto que le proporciona el adulto para poder exploar y éste a su vez al ver las capacidades del niño, el dominio que tiene de su entorno gracias a que se le ha permitido conocer con libertad su cuerpo, también confía en él y en sus competencias.
Entonces el adulto no siente que tiene que estar encima del niño para que no se lastime, si no que también tiene cierta autonomía para hacer sus cosas, aunque cerca del niño. mirándolo cada cierto tiempo. De esta manera los momentos juntos son realmente un disfrute mutuo.
La cercanía se hace más intensa durante los cuidados cotidianos, como el baño, la comida, el cambiado de ropa, ya que estos son momentos que pueden ser aprovechados para un intercambio y relación llena de afecto. Para que en estos momentos el bebé esté distendido y se pueda abrir a la comunicación con el adulto a través de la mirada, del gesto y más adelante de la palabra, es importante que la forma de manipularlo sea muy delicada, sin movimientos bruscos. Cuidando de sostener al bebé con mucha envoltura y seguridad, afirmando bien su cabeza y espalda. De esta manera durante estos momentos de cuidados cotidianos el bebé se sentirá más seguro, serán momentos que tienen un ritmo constante que en n principiio se ajustan más al bebé, pero paulatinamente se constituye en un equilibrio entre el bebé, su madre y el medio familiar.
Muy pronto los esperará con alegría ya que tendrá la oprtunidad de ir reorganizando una y otra vez su sensación de bien estar corporal la que se instalará en todo su ser, en su manera de relacionarse y en su apertura a la vida.
Capacidades de los niños y las niñas
Los niños y las niñas desde que nacen tienen unas capacidades que deben desarrollar. Este desarrollo debe producirse sin intervenciones externas, debemos respetar los tiempos de cada niño y cada niña. Deben desarrollarse en libertad.
Me parece interesante mostrar los diferentes "pasos" o momentos que los niños y las niñas deben superar desde su nacimiento hasta que comienzan a andar.
Me parece interesante mostrar los diferentes "pasos" o momentos que los niños y las niñas deben superar desde su nacimiento hasta que comienzan a andar.
Las capacidades de los niños y las niñas
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sábado, mayo 01, 2010
Psicomotricidad relacional: Libertad de movimiento
Picq y Vayer entienden la psicomotricidad como una acción pedagógica y psicológica que utiliza los medios de la educación física con el fin de normalizar o al menos mejorar el comportamiento del niño.
El cuerpo se utiliza en psicomotricidad como forma de expresión, como lenguaje que a partir del movimiento ayudárá a tomar conciencia de su propia individualidad, del mundo de los objetos y del mundo de los demás. Así, se ha de emplear esta técnica pedagógica y psiclógica en la escuela infantil si se quiere dar al niño una educación integral.
Se debe educar la comuncación a través del cuerpo y del movimiento,favoreciendo además de la expresión verbal, la no verbal de los propios sentimientos y emociones.
Metodología
Los modos de intervenir en la educación infantil desd la psicomotricidad pueden diferir según el método elegido y el planteamiento adoptado. En cualquier caso, siempre será una forma de actuar a partir del cuerpo y el movimiento para conseguir una educación integral en el niño.
Metodología dinamico-vivencial o relacional.
No parte de contenidos específicos ni de actividades estructuradas de un programa de psicomotricidad, sino de situaciones propuestas por el educador o educadora utilizando materiales específicos de la sala u otros, como máscaras, pintura d dedos...
Los objetivos que se pretenden alcanzar en cada sesión son:
.Favorecer la comunicación corporal más que la verbal, a fin de que el niño exprese sentimientos, emociones y distintas vivencias.
.Desarrollar la creatividad partiendo de un material propuesto para que el niño libere tensiones.
.La actitud dl educador no será directiva y las sesiones de psicomtricidad serán consideradas como actividades complementarias. Se parte de lo que el niño sabe, puede y quiere hacer, no de objetivos.
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Fundamentos de la psicomotricidad relacional
viernes, abril 30, 2010
Sesión de psicomotricidad niños y niñas de 5-6 años
SALA DE PSICOMOTRICIDAD
DESARROLLO DE LA SESIÓN
Comenzamos cada sesión con un ritual de entrada, para centrar la atención y recordar la única consigna: "No molestar".
EL MOMENTO DEL JUEGO
Cada sesión se organiza en torno a varios objetos y materiales (Telas, pelotas, aros, bloques de gomaespuma, colchonetas...)
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A partir de estos materiales se potencia la actividad corporal, el placer extraído de los juegos, el contacto con los demás y el construir algo juntos.
Todo ello en un entorno que favorezca la participación de todos y todas.
Cinco minutos antes de terminar la sesión les avisamos para que puedan acabar su juego y para que aprendan a controlar su tiempo.
Finalizamos la sesión reflexionando sobre lo que hemos hecho y lo transmitimos a los demás, poniendo en común nuestras experiencias. Con ello se potencia la capacidad de abstracción y representación, así como, el resolver los posibles conflictos surgidos.
Ahora toca relajarse.
DESARROLLO DE LA SESIÓN
Comenzamos cada sesión con un ritual de entrada, para centrar la atención y recordar la única consigna: "No molestar".
EL MOMENTO DEL JUEGO
Cada sesión se organiza en torno a varios objetos y materiales (Telas, pelotas, aros, bloques de gomaespuma, colchonetas...)
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A partir de estos materiales se potencia la actividad corporal, el placer extraído de los juegos, el contacto con los demás y el construir algo juntos.
Todo ello en un entorno que favorezca la participación de todos y todas.
Cinco minutos antes de terminar la sesión les avisamos para que puedan acabar su juego y para que aprendan a controlar su tiempo.
Finalizamos la sesión reflexionando sobre lo que hemos hecho y lo transmitimos a los demás, poniendo en común nuestras experiencias. Con ello se potencia la capacidad de abstracción y representación, así como, el resolver los posibles conflictos surgidos.
Ahora toca relajarse.
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